Onírico
Orate
Cada noche en el umbral de mi habitación
una luz llega a mí y se transforma en alma,
alma que vive, que sueña, que añora
tiempos pasados y futuros inexistentes,
que en mi mente están latentes.
Presumiendo ser una realidad altiva
que alegra mi apesadumbrada vida.
Debo decirles a todos
una enseñanza preciada
no sólo debemos conformarnos con recordar
pues el recuerdo nos limita a actuar
y sin querer dejamos de vivir
de volar, de sentir.
María Alejandra Prado Vale
15/09/09
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