En fecha 22 de diciembre de 1926 se inauguró en La Puerta, Edo. Guárico, el famoso Arco conmemorativo de la Batalla de La Puerta, levantado por el Gobierno del Estado Aragua en aquel sitio histórico. Pero , ¿a cuál batalla de La Puerta nos estamos refiriendo?. No a la librada por nuestros libertadores, como en algunas placas colocadas allí parecieran referirse. No. Nos referimos a la Batalla de La Puerta librada por el Gral. Juan Vicente Gómez contra el Gral. Luciano Mendoza, en 1901. Era el primer triunfo del Gral. Gómez de su ardua campaña llevada a cabo desde el año 1901 hasta 1908, hasta desbaratar todos los planes revolucionarios de la época en contra del Presidente Gral. Cipriano Castro. El mismo Gral. Gómez le escribía mediante un telegrama al Gral. Castro: “El veintiuno de diciembre de mil novecientos uno salí de esa capital a someter al General Luciano Mendoza, primer alzado contra las Instituciones de la República. Hoy, después de cincuenta horas de ruda y sangrienta batalla, tengo el honor de poner a su disposición esta plaza, último baluarte de la rebelión”.
El orador de orden en este acto inaugural fue el sacerdote y poeta Carlos Borges. En su alocución no se cansa de dar loas al Benemérito General Gómez. Dice en una de sus partes que “fue aquí que el Rehabilitador de Venezuela recibió por primera vez la completa revelación de su destino: fue aquí donde pudo decir como San Pablo a los corintios: “Se me ha abierto una Puerta grande y espaciosa” y comprender como esa Puerta era la aurora de los nuevos tiempos por donde el Hombre Predestinado, entraba el sol de la Paz y de la gloria que no había de ponerse más en el horizonte de la Patria”.
Igualmente, el padre Borges hace un análisis de las derrotas sufridas en La Puerta por el Libertador, el Gral. Mariño y el Coronel Campo Elías, durante la guerra de Independencia. Dice que los formidables hombres que lucharon durante catorce años, que recorrieron la América derrotando los más aguerridos ejércitos y clavando la bandera de a Libertad en todos los baluartes del dominio español, no pudieron sin embargo, vencer en La Puerta. Estaba escrito que entrar por esa Puerta sería en una Patria adulta, dueña de su destino, apoyada en el brazo invencible y en el corazón inmaculado del que realizó para ella el sueño de los Libertadores. Por supuesto, el Gral. Juan Vicente Gómez.
El final de su discurso es apoteósico: “Señores! Empecé con la Biblia y con la Biblia voy a terminar. Ya no es un profeta sino Cristo mismo quien habla. Oíd lo que dice el Señor: “Yo soy la Puerta! Y el que por Mí entrare será salvo y gozará de la abundancia de todos los bienes”. Ahora bien, lo que Jesús dice refiriéndose a nuestra Patria del cielo, nos lo repite Gómez, refiriéndose a nuestra patria de la tierra: “Yo soy la Puerta y mis brazos estarán siempre abiertos para todos los venezolanos”
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