60 años de la muerte de James Dean, uno de los gigantes de la época dorada de Hollywood
James Dean no pudo esquivar un automóvil y la muerte que halló en una carretera de California el 30 de septiembre de 1955 -hace exactamente 60 años- lo convirtió en un ícono.
De ojos melancólicos y aspecto despreocupado, este joven nacido en la ciudad de Marion, estado de Indiana, EE.UU. había descollado en el mundo del cine después de aparecer en tres películas que son consideradas entre las mejores de aquella década: Rebelde sin causa (1955), Al este del edén (1955) y Gigante (1956).
Sin embargo, pocos actores han logrado dejar una huella tan profunda en la iconografía hollywoodense: al lado de Marylin Monroe y Humphrey Bogart, Dean es el objeto de afiches, carteles conmemorativos y otros recuerdos de constante evocación de que un "tiempo pasado fue mejor", al menos en el cine.
Los autos de carrera eran su principal afición, lo que determinó su prematura partida: cuando se dirigía a una competencia automovilística en California, no pudo esquivar un carro que venía en dirección contraria y murió en el accidente.
La joven promesa del cine se convirtió de ese modo en una leyenda.
Vea en esta galería algunas imágenes que recuerdan al "Rebelde sin causa".
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