Los golpes son una constante en la historia nacional. Venezuela ha estado
de golpe en golpe, desde 1811 cuando el primero lo recibe Emparan atribuido a
los cabezas-calientes de la Junta Patriótica.
El General Isaías Medina Angarita - el Presidente más demócrata que ha tenido el país- es derrocado por la militarada que se levanta el 18 de Octubre de 1945 con el apoyo de Acción Democrática y el nuevo régimen es presidido por Rómulo Betancourt, cuyo programa de gobierno tiene dos puntos fundamentales, de enorme atractivo: reformas políticas muy avanzadas a través de una Asamblea Constituyente y enjuiciamiento de los peculadores. En menos de 36 meses se llevan a cabo tres procesos electorales donde el pueblo, por vez primera, elige en forma universal, directa y secreta al presidente de la República, senadores y diputados para el Congreso, diputados para las legislaturas y concejales. Venezuela es otra. Huele a señorita recién bañada. El mundo nos mira con envidia. Ahora somos democracia y Constitución. Pero bajo la manga llevamos el golpe: el 16 de septiembre de 1946 se produce un tiroteo en el interior del Cuartel Ambrosio Plaza, donde se amotinan cabos, sargentos y soldados. Mueren el teniente Antonio Dávila Celis, el subteniente Pedro Delgado Suárez, el sargento Teolindo Moret y el soldado Raúl Rangel. Tres meses más tarde se repite el hecho, de mayor magnitud, donde están envueltos altos oficiales del ejército, como el teniente coronel Juan Pérez Jiménez, jefe de la Guarnición de Valencia, el comandante Rincón Calcaño y el mayor Carlos Maldonado Peña, jefe de la Aviación en Boca de Río Maracay. Esta aventura fracasa, pero son detenidos Jóvito Villalba, el líder máximo de URD y los copeyanos Horacio Guerrero Gori, José Luis Semidey, el general José Antonio González y muchos otros civiles y militares. Este golpe del 11 de diciembre de 1946 -objeto de un largo debate en la Asamblea Nacional Constituyente- tuvo un eco profundo en Trujillo, donde aparece comprometido y jefaturado por el general Juan Araujo, hijo del "León de la Cordillera", un personaje de película que dominó a su antojo la política andina entre 1860 y 1898, cuando muere en Jajó.300 detenidos En esa ocasión fueron detenidas más de trescientas personas en Escuque, Valera, La Quebrada, Jajó, Betijoque, Sabana de Mendoza, Sabana Grande, Granados, Carvajal, Boconó y Trujillo entre ellas el general Federico Araujo, Atilio Araujo, Rafael Ángel Román, Antonio Felipe Araujo, Pancho García, Rodolfo Hernández Miliani, Roberto Vetencourt Balestrini, Mario Maya González, Rafael Ramírez Paredes, Lucio Herrera Paredes, Lisimaco Arrieta, Juan José Román. El bravo General Araujo no logra derribar al régimen pero la referencia rememora un caudillismo de arcaísmos cuando meses atrás habían explotado en Japón las dos primeras bombas atómicas: Los campesinos embarcados en esa aventura del 46 estuvieron armados de machetes, máuseres del siglo pasado, escopetas oxidadas y flowers. Los actos de violencia generados en Betijoque, Sabana de Mendoza y Granados produjeron cuatro muertos y varios heridos. Sobre Tuñame vuela un avión del gobierno que asustó a los rebeldes con dos granadas de poco poder que explotaron en las afueras, pero produjeron gran ruido y temores. Una repetición de lo ocurrido en la pelea de La Mocotí en 1892 entre J.B. Araujo y el general llanero y liberal Juan Bautista Ferrer, quien con un cañoncito asmático hizo huir los cuerpos parameros del León que tenían la batalla ganada.Absueltos por el "gobierno " Los enjuiciados permanecen detenidos tres meses en Trujillo. En marzo de 1947 son puestos en libertad por el juez de la causa, doctor Andrés Lomelli Rosario al considerar que los alzados del 11 de diciembre lo habían hecho frente a un gobierno "de facto". El doctor Lomelli Rosario fue un magistrado probo, honorable, que se ciñó al texto constitucional porque el régimen del momento fue producto de un golpe cuartelario. |
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