191101231206 Juan Vicente Gomez y su Manifiesto al asumir el poder el 19 de Diciembre de 1908 ~ .

jueves, 19 de diciembre de 2013

Juan Vicente Gomez y su Manifiesto al asumir el poder el 19 de Diciembre de 1908



Juan Vicente Gómez
Encargado de la Presidencia de la República
A los venezolanos:
¡Compatriotas!
Ya sabéis que vine a desempeñar el Poder Ejecutivo Nacional, en virtud del título legal que invisto, sin ser empujado por ninguna ambición personal. La ley me llamó al puesto, y desde el primer momento me di a conciliar las aspiraciones populares con mis deberes públicos, procurando establecer un régimen de garantías en consonancia con nuestras instituciones. He querido y quiero para cada venezolano la efectividad de sus derechos, sin ser ésta aspiración concesión o merced sino únicamente la imposición de la ley.
Pero mis mejores intenciones y deseos han encontrado desgraciadamente, un inexplicable obstáculo en algunos pocos ciudadanos que llamándose íntimos amigos del ciudadano general Cipriano Castro, no sólo se han atravesado en el camino de mis deberes legales, sino que han bajado al antro de la conjuración y fraguado contra mi vida el plan diabólico que hice abortar en la mañana de ayer, enfrentándome a los mismos conjurados y reduciéndolos a prisión.
Al proceder así, conciudadanos, no sólo he defendido mi vida, sino algo que vale más que mi existencia personal, porque he procurado salvar el decoro y el prestigio de la magistratura que desempeño y que aspiro a convertir en manantial de bienes para todos los venezolanos.
Después de los sucesos que acabo de narrar, he constituido un nuevo Gabinete, en el cual juzgo representada la opinión pública de Venezuela. Con tales colaboradores pretendo dar a mi gobierno el carácter nacional que reviste, hacer efectivas las garantías constitucionales, practicar la libertad en el seno del orden, respetar la soberanía de los Estados, amparar las industrias contra odiosas confabulaciones, buscar una decorosa y pacífica solución para todas las contiendas internacionales, vivir vida de paz y de armonía y dejar que sólo la ley impere con su indiscutible soberanía.
¡Venezolanos!
Tales son mis propósitos y los fines que aspiro a desarrollar al frente del Gobierno; y como creo que ésta es la más solemne imposición del patriotismo, pido y reclamo a todos los círculos políticos su apoyo moral y material para que el acierto sea completo y universales los beneficios.
El régimen legal que impera nos da derechos y nos impone deberes: ejerzamos aquéllos con la moderación que reclama la austera democracia, y cumplamos éstos con inquebrantable resolución. Tengamos presente que las violencias que inspiran las pasiones desbordadas son el contrasentido de la civilización y que la mejor fórmula de la República es la que se encierra entre la modestia y el ardiente patriotismo.
Caracas, 20 de diciembre de 1908
J. V. Gómez.

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