Por: Javier Bermudez
Dicen que recordar es vivir, pues creo que es más que una
frase hecha. Aquella tarde en casa de mi hermano buscando algunos papeles vi un
CD que me pareció muy familiar, era el
CD del taller del orfebre, áquel viejo disco que compilaba la obra musical de
amor de Karol Józef Wojtyła toda una joya musical de los 80's.
En ese musical se
dio a conocer a Karina y sus tacones altos, la acompañaron Guillermo Dávila,
Antonieta, Guillermo Carrasco, Mugrabi y Melissa entre otras estrellas del
mejor talento musical que jamás se halla visto en nuestro país.Se reunieron
para rendir honor al santo padre Juan Pablo II que en esos días estaría de
visita en nuestro país.
Al tenerlo en mis manos no pude resistir las ganas de
escuchar esas canciones y al hacerlo volví a vivir esos días tan maravillosos, pues para mi hermano y para
mí ,la visita del Papa no solo era un acontecimiento distante, nosotros
constituimos parte de toda esa maravilla. Con tan solo 16 años de edad, fuimos nominados para integrar el pelotón (Estudiábamos en un liceo
Militar LLAMADO Genral en Jfe Rafael Urdaneta Ubicado en Cabimas) que habría
de recibir y despedir a su santidad en aquellos primeros días de 1985.
La música sonaba y
las lágrimas en mis ojos no paraban al
recordar como armamos en mi casa los banderines amarillos y blancos que daría la
bienvenida a su excelencia su Santidad
el Papa. Esa noche un grupo de amigos de
mi cuadra (Josmar Martínez, Marcos Buzzetta, Daniel López, Darwin Vivas ,Silena
Calvano y Alejandra Luzardo) reunidos y dirigidos por mi Madre trabajamos y
armamos casi 500 banderines.
Se hizo un verdadero trabajo en equipo y además como era una buena causa nos salió de lo mejor. Recuerdo que pusimos
el disco del taller del orfebre para darnos nota mientras elaborábamos los dichosos banderines (alienados jejeje.)
también sonaba para la época el soud track de karate kid , Ray Parker Jr. y su
caza fantasmas y mi hermano un romántico desde niño no dejo por un momento
de poner a su ídolo Guillermo Dávila
(tenía todos sus discos y ahora los tiene en CD-MP3) y su LP “Llevo perfume a ti cada mañana”.
Aun recuerdo lo
orgulloso que nos sentímos cuando vimos las banderitas pegadas en los postes
que al ondear simulaban un mar amarillo
y blanco que daban la bienvenida al representante de Dios en la tierra.
No puedo contar con
exactitud la cantidad de niñas lindas que conocimos con la venida del Santo
Padre, era un ejército de todos los colegios católicos que de una forma u otra
estarían en los alrededores donde se oficiarían las misas que daría su
Santidad, así como su recorrido en el Papamóvil y ni decir de los 15 años que a consecuencia de esas amistades fuimos
invitados.
Fue una época dorada muy llena de anécdotas y recuerdos, de
amores y desamores de cartas románticas, pues el internet no salió sino casi 20
años después, así que si querías decir algo bonito y te daba pena verle la cara
a esa niña de tus sueños, no te quedaba otra que escribir una dulce carta de
amor o comprarle una tarjetica de
plástico que estuvieron muy de moda en aquellos años 80's (con el osito burda
de tierno).
Con el sonar de las canciones mi emoción crecía y recordaba
la mañana que tuve el honor y el privilegio de saludar militarmente a Karol Józef Wojtyła (Juan Pablo II) tan cerca
tal vez más cerca que muchos y de
lo orgulloso que estábamos de poder estar allí al lado justo de la alfombra
roja donde piso su Santidad y del saludo de hombro que tuve el honor de recibir
de su mano así como su bendición, no podré olvidar que quien comando la formación quebró su voz de
emoción.
Qué cosas tiene la
vida, darme cuenta lo afortunado que fuimos
casi 29 años después en conciencia
plena y poder dar testimonio que realmente recordar es vivir mis amigos. Carol
donde quieras que estés .. Mil gracias por lo que hiciste en este mundo y que
Dios te bendiga, nunca olvidaré esa
grata y significativa visita a nuestro país.
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