191101231206 La Seguridad Nacional de Maldonado Parilli ~ .

lunes, 25 de noviembre de 2013

La Seguridad Nacional de Maldonado Parilli




Foto: La Seguridad Nacional de Maldonado Parilli

Derrocado el presidente Gallegos el 24 de noviembre de 1948, se procedió de inmediato a una purga; la cárcel Modelo de Caracas se llenó de ministros del extinto régimen; la Junta Militar, con la fría pericia de un cirujano, procedió a llenar los espacios de poder que permitieran al estado nacional la continuidad de su acción. 5 días después del golpe se designó al señor Jorge Maldonado Parilli como director del principal cuerpo policial, llamado entonces indistintamente y de manera informal, el Cuerpo de Investigación Nacional o Seguridad Nacional. Maldonado Parilli venía de ejercer un importante cargo en el Servicio de Identificación y antes (entre 1945 y mayo de 1948) fungió como Director de Investigaciones Criminológicas de la Comandancia General de Policía.
Por su formación técnica, su papel precursor en la creación de un cuerpo de investigación de carácter científico y su experiencia al frente de la Criminológica, Maldonado fue recomendado a la junta, que no dudó en convocarlo para ponerlo al frente del organismo que en lo adelante estaría llamado a ocupar un rol principalísimo en la lucha contra el delito común y la conspiración política. Como jefe de la Seguridad le tocó coordinar en campo los esfuerzos dirigidos desde el gobierno nacional a su centralización; oficialmente decretada el 24 de junio de 1949; igualmente desempeñó (a ojos de tirios y troyanos) una labor limpia y eficiente en las investigaciones sobre el asesinato del presidente de la Junta, Comandante Carlos Delgado Chalbaud, hecho acaecido el lunes 13 de noviembre de 1950.
Sin embargo, su actuación frente a la conspiración no tardó en ser cuestionada. Labor que sus propios subalternos en corrillos de cafetín y pasillo calificaban de indolente y nula. Los adecos y comunistas que en principio se limitaban a provocar algunos desordenes insignificantes o a distribuir propaganda contra la junta pasaron pronto a otro nivel de lucha; la armada, sin recibir por parte de Maldonado una respuesta eficaz. Ya en enero de 1949, con motivo de la circulación en Caracas de un manifiesto clandestino de Acción Democrática, Maldonado Parilli recibió una advertencia por parte del entonces Ministro de Defensa, Comandante Marcos Pérez Jiménez quien en tono seco le espetó:
- Óigame bien, Maldonado. Le doy seis meses de plazo para acabar con todo esto…
Pero el plazo se cumplió y la actividad subversiva en lugar de ser controlada fue creciendo. Los conspiradores entraban y salían del país. Los apresados eran liberados al poco tiempo con alguna condición (como en el caso anteriormente mencionado de Horacio Chacín Ducharne). La mano débil de Maldonado llamó la atención de la junta, que comenzó a pensar en la posibilidad de sustituirlo. La gota que derramó el vaso fue la espectacular fuga del puesto de socorro de la esquina de Salas del dirigente de la resistencia Alberto Carnevalli ocurrida el 26 de julio de 1951, antes de esta acción dirigida por un comando armado acciondemocratista, se produjo la fuga de Castor Nieves Ríos. En ambas ocasiones, se puso seriamente en duda la lealtad de Maldonado al gobierno al que servía; de tal manera que en agosto de 1951 es llamado al despacho de Interiores, en el que el ministro Luis Felipe Llovera Páez le pidió que pusiera el cargo a la orden.
El 31 de ese mes, el señor Pedro Estrada asumía las riendas del organismo policial.

Derrocado el presidente Gallegos el 24 de noviembre de 1948, se procedió de inmediato a una purga; la cárcel Modelo de Caracas se llenó de ministros del extinto régimen; la Junta Militar, con la fría pericia de un cirujano, procedió a llenar los espacios de poder que permitieran al estado nacional la continuidad de su acción. 5 días después del golpe se designó al señor Jorge Maldonado Parilli como director del principal cuerpo policial, llamado entonces indistintamente y de manera informal, el Cuerpo de Investigación Nacional o Seguridad Nacional. Maldonado Parilli venía de ejercer un importante cargo en el Servicio de Identificación y antes (entre 1945 y mayo de 1948) fungió como Director de Investigaciones Criminológicas de la Comandancia General de Policía.
Por su formación técnica, su papel precursor en la creación de un cuerpo de investigación de carácter científico y su experiencia al frente de la Criminológica, Maldonado fue recomendado a la junta, que no dudó en convocarlo para ponerlo al frente del organismo que en lo adelante estaría llamado a ocupar un rol principalísimo en la lucha contra el delito común y la conspiración política. Como jefe de la Seguridad le tocó coordinar en campo los esfuerzos dirigidos desde el gobierno nacional a su centralización; oficialmente decretada el 24 de junio de 1949; igualmente desempeñó (a ojos de tirios y troyanos) una labor limpia y eficiente en las investigaciones sobre el asesinato del presidente de la Junta, Comandante Carlos Delgado Chalbaud, hecho acaecido el lunes 13 de noviembre de 1950.
Sin embargo, su actuación frente a la conspiración no tardó en ser cuestionada. Labor que sus propios subalternos en corrillos de cafetín y pasillo calificaban de indolente y nula. Los adecos y comunistas que en principio se limitaban a provocar algunos desordenes insignificantes o a distribuir propaganda contra la junta pasaron pronto a otro nivel de lucha; la armada, sin recibir por parte de Maldonado una respuesta eficaz. Ya en enero de 1949, con motivo de la circulación en Caracas de un manifiesto clandestino de Acción Democrática, Maldonado Parilli recibió una advertencia por parte del entonces Ministro de Defensa, Comandante Marcos Pérez Jiménez quien en tono seco le espetó:
- Óigame bien, Maldonado. Le doy seis meses de plazo para acabar con todo esto…
Pero el plazo se cumplió y la actividad subversiva en lugar de ser controlada fue creciendo. Los conspiradores entraban y salían del país. Los apresados eran liberados al poco tiempo con alguna condición (como en el caso anteriormente mencionado de Horacio Chacín Ducharne). La mano débil de Maldonado llamó la atención de la junta, que comenzó a pensar en la posibilidad de sustituirlo. La gota que derramó el vaso fue la espectacular fuga del puesto de socorro de la esquina de Salas del dirigente de la resistencia Alberto Carnevalli ocurrida el 26 de julio de 1951, antes de esta acción dirigida por un comando armado acciondemocratista, se produjo la fuga de Castor Nieves Ríos. En ambas ocasiones, se puso seriamente en duda la lealtad de Maldonado al gobierno al que servía; de tal manera que en agosto de 1951 es llamado al despacho de Interiores, en el que el ministro Luis Felipe Llovera Páez le pidió que pusiera el cargo a la orden.
El 31 de ese mes, el señor Pedro Estrada asumía las riendas del organismo policial.

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