El Reventón de Antonio Aranguren

y por qué se ha borrado de la historia

Elio Ríos 

Venezuela entra al siglo XX y bien temprano empieza una nueva era: la era petrolera. La provincia de Maracaibo había cambiado de nombre a Estado Zulia y en este siglo cambiaría su bucólico aspecto por el rostro petrolero. Para 1907 mandaba el Cabito Castro, cuando el 28 de febrero de ese año aparece el personaje que jugaría el futuro de la Costa Oriental del Lago. Era un caraqueño de origen, despiadado y sin nacionalidad como comerciante, Antonio Aranguren. Castro le daría en concesión para explotar el petróleo y asfalto de los distritos Maracaibo y Bolívar. Aranguren entregó la soberanía a la Shell. Sería borrado de la historia, hablemos por qué. 
Aranguren tenía treinta y nueve años, empezaría la historia negra de nuestra región, negra por el petróleo. La concesión fue por cincuenta años y podrá hacer lo que quiera porque no hay condiciones. El contrato sería conocido como la “Concesión Aranguren”, la concesión fue prolongada has¬ta 1975. Desde el propio 1907 busca personas o familias 
en toda Venezuela quienes inviertan para desarrollar la concesión, siendo infructuosos sus esfuerzos de asociación, decide ir a Europa. 
En 1910 ya se encuentra en Londres. Es en esa época cuando en pos de su afán de asociarse con potentados ex¬tranjeros, crea su propia compañía “Venezuelan Oil Concessions” Ltd, la cual no nos sue¬na conocida, pero sí bajo la forma de la “V.O.C”, término que ha quedado en el tiempo por por una tienda del barrio El Saladillo, inspiración de gaitas zulianas. Es con esta compañía que llega a un arreglo con la SHELL (Royal Dutch-Shell) para comenzar la explotación petrolera en Cabimas, y otros lugares de la Costa Oriental del Lago. 
Su campaña exploratoria al sector Gasplant, a una zona de lagunas que les dio el nombre de Los Barrosos. A principios de 1922 empiezan a perforar el pozo que por atascarse se paró el trabajo hasta diciembre de ese año. Faltando dos días para navidad, reventó el pozo con chorro que superaba los cuarenta metros de altura. El pozo se agotaría y desaparecería debajo de una vivienda, la cual fue develada por una investigación, dando paso a una plaza. 
Quien quedó en la intimidad del olvido fue el caraqueño de nacimiento, Antonio Aranguren. Quizás su historia de fijar residencia en Londres y en París, vivir en hoteles y gozar sus ingresos por la concesión, mientras la internacional petrolera se llenaba a expensas de la entrega de nuestra soberanía, fue uno de los factores. 
Aranguren se metió con el poder político nacional y eso lo desmerita para ser nombrado oficialmente o mediáticamente. La mención oficial si existe, fue cuando el vicepresidente de Venezuela, Juancho Gómez, el hermano de Juan Vicente Gómez el “Benemérito” (recordemos que este presidente fue quien depusiera a Cipriano Castro con un golpe de estado sin un tiro y fue este último fue quien diera la concesión a nuestro personaje), cuestionó la concesión Aranguren ante los entes judiciales. El concesionario se salió con las suyas y ganó a “Juancho”, y fija a partir de allí residencia permanente al otro lado del Atlántico, en París, en el Hotel Lutecia. 
Por último su lugar en el olvido se adereza con su juego contra el gobierno, usando sus ingresos por petróleo para deponer gobiernos. En primer lugar, desde este hotel ayudaría financieramente a tres intentos de expediciones para tumbar a Juan Vicente Gómez (Vapor Angelita, Vapor Falke, Vapor Superior). En ese hotel conoce y se convierte en tutor político de Rafael Simón Urbina, quien años después asesinaría a Delgado Chalbaud. 
Regresó al país sólo cuando Eleazar López Contreras presidiera la República de Venezuela. Fue preso por ser acusado como autor intelectual del asesinato del presidente Carlos Delgado Chalbaud, junto al autor material Rafael Simón Urbina, a quien le había regalado una casona de cien mil dólares y una asignación mensual de mil doscientos dólares. 
Aranguren muere el 31 de agosto de 1954 antes de ser juzgado y queda definitivamente olvidado. De sus andanzas por estas tierras quedaría el Reventón del 22 de diciembre de 1922.