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Cómo mejorar sus hábitos de alimentación
Cuando se trata de comer, todos tenemos hábitos muy arraigados. Algunos
son buenos ("siempre tomo mi desayuno") y otros no tan buenos
("siempre dejo el plato limpio"). Pese a que muchos hábitos de
alimentación los adquirimos desde la niñez, no significa que sea demasiado
tarde para cambiarlos.
Los cambios repentinos y radicales en los hábitos de alimentación, como
no comer más que sopa de repollo, pueden llevar a una pérdida de peso a corto
plazo. Pero estos cambios exagerados no son saludables ni buenos y no ayudarán
en el largo plazo. Para mejorar los hábitos de alimentación de manera
permanente, se necesita un enfoque en el que Reflexione, Sustituya y Refuerce.
·
REFLEXIONE sobre todos sus hábitos de
alimentación, tanto buenos como malos, así como en las cosas que desencadenan
que coma en forma poco saludable.
·
SUSTITUYA sus hábitos alimentarios poco
saludables por otros más saludables.
·
REFUERCE sus nuevos hábitos de
alimentación.
Reflexione, sustituya y refuerce: Un proceso para
mejorar sus hábitos de alimentación
1.
Elabore una lista de sus hábitos de alimentación.Mantener un
"diario de alimentos" durante unos días donde anote todo lo que come
y la hora en que lo hace le ayudará a descubrir sus hábitos. Por ejemplo, puede
caer en la cuenta de que siempre quiere algo dulce cuando siente una baja de su
energía a media tarde. Use planificación de menús [PDF-664k] para elaborar
la lista. Es bueno anotar cómo se sentía cuando decidió comer, especialmente si
no tenía hambre. ¿Estaba cansado o estresado?
2.
Subraye los hábitos de la lista que
estén causando que usted coma más de lo necesario. Los hábitos de alimentación
que con frecuencia pueden llevar a un aumento de peso son:
·
Comer muy rápido
·
Comerse todo lo que se sirve del plato
·
Comer cuando no tiene hambre
·
Comer de pié (puede hacer que coma sin pensar en lo que come o muy
rápido)
·
Siempre comer postre
·
Saltarse comidas (o solo el desayuno)
3.
Revise los hábitos de alimentación poco saludablesque ha subrayado.
Asegúrese de identificar todos los factores que desencadenan esos hábitos.
Identifique algunos de los que tratará de cambiar primero. No deje de
felicitarse por las cosas que haga bien. A lo mejor casi siempre come fruta de
postre o toma leche baja en grasas o desgrasada. ¡Estos son hábitos buenos! Al
reconocer sus logros se sentirá motivado para hacer más cambios.
4.
Elabore una lista de factores
"desencadenantes"revisando su diario de alimentos tendrá más
consciencia de dónde y cuándo surgen factores "desencadenantes" para
comer sin tener hambre. Anote cómo se suele sentir en esas ocasiones. A menudo
un "desencadenante" ambiental o un estado de ánimo particular es lo
que nos impulsa a comer sin tener hambre. Desencadenantes comunes que impulsan
a comer cuando no se tiene hambre:
·
Abrir un cajón y encontrar su refrigerio favorito.
·
Sentarse en casa a ver la televisión.
·
Antes o después de una reunión o una situación de estrés en el trabajo.
·
Llegar a casa del trabajo y no tener idea de lo que va a comer.
·
Que alguien le ofrezca un platillo que hizo ¡"solo para
usted"!
·
Pasar frente a un platillo dulce en un mostrador.
·
Sentarse en el comedor del trabajo cerca de la máquina expendedora de
golosinas o refrigerios.
·
Ver un plato de donas por la mañana durante una reunión de trabajo.
·
Pasar todas las mañanas a la ventanilla de su restaurante de comidas
rápidas favorito.
·
Sentirse aburrido o cansado y pensar que comer algo le subirá los
ánimos.
5.
Encierre en un círculo los "factores
desencadenantes" de la lista que enfrenta a diario o cada semana. Reunirse con su
familia en el Día de Acción de Gracias puede ser un factor
"desencadenante" para comer de más. Sería bueno que tenga un plan
listo para contrarrestar estos factores. Pero por ahora, concéntrese en los que
tiene más a menudo.
6.
Pregúntese lo siguiente para cada factor
"desencadenante" que haya marcado en un círculo:
·
¿Hay algo que pueda hacer para evitar este
desencadenante o esta situación?Esta opción funciona mejor con algunos
factores desencadenantes que son independientes de otros. Por ejemplo, ¿podría
tomar un camino distinto al trabajo para evitar parar en su restaurante
favorito de comida rápida? ¿Hay otro lugar en el comedor del trabajo donde se
pueda sentar que no esté cerca de la máquina expendedora?
·
De las cosas que no puedo evitar, ¿puedo hacer algo
distinto que sea más saludable? Obviamente, usted no puede evitar todas
las situaciones que desencadenan hábitos de alimentación poco saludables, como
las reuniones de trabajo. En estas circunstancias, evalúe sus opciones. ¿Podría
sugerir o traer refrigerios y bebidas saludables? ¿Podría ofrecerse para tomar
notas para distraer su atención de esos refrigerios? ¿Podría sentarse más
alejado de la comida para que no le sea fácil agarrar algo? ¿Podría comer un
refrigerio saludable antes de la reunión?
7.
Substituya los hábitos poco saludables con nuevos
hábitos saludables. Por ejemplo: al reflexionar sobre sus hábitos de alimentación, puede
ser que se percate de que come demasiado rápido cuando está solo. Para
contrarrestar esto, póngase de acuerdo para almorzar todas las semanas con un
compañero de trabajo o invite a cenar a un vecino una noche a la semana. Otras
estrategias pueden ser colocar los cubiertos sobre el platillo entre bocados o
minimizar otras distracciones (como ver las noticias a la hora de cenar) con
las que no podemos prestar atención al tiempo que tardamos en comer o la cantidad
de alimentos.
Aquí hay más ideas para sustituir los hábitos poco saludables:
Aquí hay más ideas para sustituir los hábitos poco saludables:
·
Coma más despacio. Si come muy rápido, puede ser que se acabe toda la
comida del plato sin darse cuenta de que ya se había llenado.
·
Coma solamente cuando en verdad tenga hambre, en lugar de comer porque
está cansado, angustiado o con cualquier otro estado de ánimo. Si se da cuenta
de que no está comiendo con hambre sino porque se siente aburrido o angustiado,
póngase a hacer otra cosa que no implique comer. Puede ser que se sienta mejor
con una caminata rápida o llamando por teléfono a un amigo.
·
Planifique las comidas con tiempo para asegurarse de que serán
saludables y bien balanceadas.
8.
Refuerce sus nuevos hábitos saludables y sea paciente
consigo mismo. Los hábitos se forman con el tiempo, no se adoptan de la noche a la
mañana. Cuando vea que está practicando un hábito que no es saludable,
deténgase rápidamente y pregúntese: ¿Por qué estoy haciendo esto? ¿Cuándo
comencé a hacerlo? ¿Qué necesito cambiar? No sea muy duro con usted mismo ni
piense que un error arruinará todo un día de hábitos saludables. ¡Usted puede
lograrlo! ¡Lo puede hacer un día a la vez!
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