Esta batalla duraría aproximadamente 21 días y empezaría el 12 de octubre y serían una serie de combates a lo largo de las colinas alrededor de la ciudad.
Castro se encontraba rodeado de 14000 soldados que venían de Villa de Cura, Cagua, Turmero, Maracay y 2000 soldados más de "La Libertadora" cortaban sus
comunicaciones y el paso para Caracas. Intenta por varias veces romper el cerco pero no puede y tiene que refugiarse en La Victoria.
Se encuentra falto de municiones y la superioridad del enemigo era notable, pero las cosas irían a cambiar con la llegada de los batallones andinos comandados por el doctor y general Leopoldo Baptista, Pedro Linares, Pedro Maria Cárdenas y por los 1000 hombres de la "División Trujillo" que se acercan dirigidos por Juan Vicente Gómez. Trae varios vagones con armas y municiones suficientes para cambiar la faz de los combates. Ahora las tropas del gobierno ascienden a 5000 hombres.
Evita que los hombres de la revolución tomen Caracas, pero al enterarse que Mendoza y Riera se dirigen por Villa de Cura a La Victoria reconcentra, el General Castro; las tropas en esa ciudad para hacerle frente.
Las armas y las municiones se les van acabando a los revolucionarios y estos deciden abandonar el campo un grupo de 40 hombres de las fuerzas del gobierno atacaran las posiciones enemigas con una carga de machete que eran expertos los trujillanos. Había coroneles, comandantes, capitanes, tenientes y sub.-oficiales y muy pocos soldados.
Irían descalzos, solo en ropa interior, sin armas de fuego, solo armados con un machete.
Al llegar a las afuera del campamento enemigo los trujillanos se preparan para la carga y atacan produciendo desconcierto en las filas revolucionarias, haciéndolos huir de trinchera en trinchera dejando muchos cadáveres regados en su huida.
Los cuarenta bravos trujillanos regresan con vida y de esa manera termina la tercera batalla de La Victoria y empieza el final de La Revolución Libertadora.
En esos combates los dos bandos se distinguen por la bravura en las batallas y al pasar los años es un honor haber peleado en La Victoria y los hombres que lo hicieron serían catalogados de muy "machos".
Esa batalla la gano el gobierno por la unidad en el mando y por acatar las ordenes de un solo jefe y en cambio en las filas revolucionarias existía la anarquía y cada uno de los caudillos quería mandar.
Para Matos fue difícil acaudillar caudillos de tanto prestigio como "El Caribe" Vidal, "El Tigre de Guaito", Nicolás Rolando y todos aquellos que participaron en "la Revolución Libertadora"
En esos día las tropas no tenían uniforme, los oficiales vestían liqui-liqui, utilizaban máuseres, Winchester, lo que si era común en las tropas andinas era el machete.
El General Cipriano Castro tiene el merito de haber combatido un ejército mejor armado y más numeroso y de esta manera es derrotada la injerencia extranjera apoyada por los caudillos en busca de su cuota de poder.
El 2 de noviembre de 1902 desde el cuartel de san Mateo el banquero-general Antonio Matos da la orden de dispersión a su gente acabándose la famosa Revolución Libertadora que un buen día quiso enfrentarse y sacar del poder a un hombre apodado "El cabito " y llamado Cipriano Castro.
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